E. C. Perrin, y el Comité de Aspectos Psicosociales de la Salud del Niño y su Familia (Academia Americana de Pediatría, EE.UU.)
Una cantidad creciente de literatura científica muestra que los niños que crecen con uno o dos padres homosexuales se desarrollan de la misma forma en lo emocional, cognitivo, social y sexual que aquellos niños con padres heterosexuales.
El desarrollo óptimo de los niños parece estar más influenciado por la naturaleza de las relaciones e interacciones dentro de la unidad familiar que por la forma estructural particular de la misma.
Actitudes, comportamiento y personalidad de los padres
La legislación que prohíbe la paternidad de las personas homosexuales se basa en la presunción que estos difieren de los heterosexuales en puntos que son importantes para el bienestar de sus hijos.
Por el contrario, la evidencia empírica revela que los padres homosexuales se comprometen en su función de padres como lo hacen los heterosexuales, brindando una recreación adecuada, fomentando la autonomía del niño, o tratando los problemas propios de la paternidad. En comparación con los padres heterosexuales, se dice que los padres homosexuales son más exigentes con las pautas disciplinarias, ponen más énfasis en el desarrollo de habilidades cognitivas y están más involucrados en las actividades de sus hijos. En definitiva, hay más similitudes que diferencias entre los estilos y actitudes de los padres homosexuales y los heterosexuales.
De forma similar se encontraron pocas diferencias en los estudios realizados durante los últimos 20 años que comparan madres lesbianas y heterosexuales en cuanto a la autoestima, adaptación psicológica y actitudes en la crianza de sus hijos. Las madres lesbianas presentan actitudes de sobreprotección y compromiso en su rol de madres y mostraron mayor preocupación por dar a sus hijos un modelo masculino en comparación con otras madres heterosexuales divorciadas.
Orientación sexual e identificación del género de los hijos
La identificación del género de preadolescentes criados por madres lesbianas guardó similitud con su sexo biológico. Ninguno de los más de 300 niños analizados hasta la fecha presentó signos de confusión con la identificación de su género, deseos de pertenecer al otro sexo, o comportamientos propios del género opuesto. No se observaron diferencias en los juegos, actividades, vestimenta o preferencias de amistades en niños o niñas con madres lesbianas, en comparación con aquellos de madres heterosexuales.
No se encontraron diferencias en la identificación de género, rol social u orientación sexual de adultos con un padre divorciado homosexual (o ambos), en comparación con aquellos con padres divorciados heterosexuales. Se obtuvo la misma proporción de adultos jóvenes con padres homosexuales y heterosexuales con atracción por personas del mismo sexo. En comparación con adultos jóvenes que tienen madres heterosexuales, aquellos con madres lesbianas presentaron una leve tendencia a considerar más factible la posibilidad de tener una pareja del mismo sexo, y a involucrarse en alguna relación homosexual. En ambos grupos la misma cantidad de hombres y mujeres se identificaban a sí mismos como homosexuales.
El desarrollo emocional y social del niño
Como la mayoría de los niños con padre o madre homosexual experimentó el divorcio de sus padres biológicos, su desarrollo psicológico debe analizarse en ese contexto.
En la literatura referente a este tema se observa que los hijos de madres lesbianas divorciadas crecen en forma similar a aquellos de madres heterosexuales divorciadas. No existen diferencias en cuanto a la personalidad, relación con sus pares, dificultades de comportamiento, logros académicos o calidez y calidad en sus relaciones de familia.
Se ha encontrado mayor autoestima en los adolescentes hijos de madres que han formado una nueva pareja luego del divorcio, en comparación con aquellos de madres que permanecieron solteras, así como en aquellos niños que supieron a una edad más temprana que su madre era homosexual en comparación con aquellos que lo supieron más tardíamente.
Es muy frecuente entre los niños que se bromee y avergüence por la orientación sexual de sus padres o por la conformación familiar, restringiendo de esta manera su habilidad para formar y mantener amistades. Los hijos de madres lesbianas divorciadas reciben más bromas que aquellos de madres heterosexuales divorciadas. A pesar de esto, los hijos de madres lesbianas parecen enfrentar el desafío de entender y describir sus familias a maestros y compañeros de manera más saludable.
Los niños que nacen y crecen en familias con parejas de lesbianas presentan un desarrollo normal. De hecho, crecer con padres homosexuales parece dar ciertas ventajas sobre otros chicos. Se observó que son más tolerantes a la diversidad y más cuidadosos de los niños más chicos que los hijos de padres heterosexuales.
La adaptación de un niño que tiene dos madres lesbianas parece estar relacionada con la satisfacción de éstas con respecto a su relación de pareja y especialmente con la división de responsabilidades en relación con las tareas de la casa y el cuidado de sus hijos. Aquellos niños con madres lesbianas con mayor satisfacción en su relación de pareja, división de sus tareas hogareñas y su trabajo de forma equitativa, y mayor contacto con sus abuelos y familiares, fueron calificados por sus padres y maestros como niños más adaptados y con menores problemas de comportamiento. Los niños de todas las estructuras familiares responden a estas características, por lo cual se entiende que parecen estar más influenciados por las actividades de la familia y las relaciones entre sus miembros que por la estructura de la misma.
RESUMEN
Las muestras pequeñas y poco representativas estudiadas y la escasa edad de la mayoría de los niños no permiten llegar a conclusiones contundentes.
Sin embargo la evidencia obtenida durante las últimas décadas permite demostrar que no existen diferencias sistemáticas en la salud emocional, habilidades parentales y actitudes frente a la paternidad, entre los padres homosexuales y heterosexuales.
No existe evidencia suficiente como para suponer que existe cierto riesgo para aquellos niños criados por padres homosexuales. Las investigaciones sobre la diversidad de las relaciones parentales entre padres homosexuales y lesbianas recién están comenzando. Los niños cuyos padres se divorcian presentan una mejor adaptación cuando sus padres tienen alta autoestima, mantienen una relación responsable y amistosa, y están viviendo con una nueva pareja. Los niños viviendo con madres lesbianas se desarrollan mejor cuando saben de la homosexualidad de su madre a edades más tempranas, cuando sus padres y otros adultos importantes en sus vidas aceptan la homosexualidad de ésta, y quizás cuando tienen contacto con otros hijos de madres lesbianas o padres homosexuales. Los padres e hijos se desarrollan mejor cuando las tareas paternas son compartidas y cuando no existe conflicto en la pareja.
Fuentes:
Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association APsA)
Federación Española de Sociedades de Sexología ( FESS ) http://www.fess.org.es/
http://homoparental.wordpress.com/
Sociedad Argentina de Pediatría http://www.sap.org.ar/staticfiles/publicaciones/correo/cor2_02/1001.pdf
Presentación de la SAP
American Academy of Child & Adolescent Psychiatry AACAP
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