Entre el voto a favor y el rechazo total, el recinto de la Cámara de Diputados tuvo grises de todas las tonalidades a la hora de pronunciarse por el matrimonio gay. Gracias a que todas las bancadas dieron libertad a sus diputados para votar según sus convicciones personales, pudo conocerse lo que la conciencia le dictaba a cada legislador.
Solo cuatro partidos votaron positivamente de forma unánime:
Nuevo Encuentro, el Partido Socialista, Proyecto Sur y el GEN. En algunos casos, los legisladores que adoptaron una postura contraria a la mayoría de su bloque podían contarse con los dedos de las manos. Los bloques mayoritarios, en cambio, estuvieron divididos en sus posiciones.
"Los planteos conservadores acerca de la familia, el matrimonio y la adopción resultan cínicos en boca de personas bien informadas. Enmascaran una posición discriminatoria y autoritaria", dijo a la nación Laura Alonso, una de las diputadas que había anticipado su fuerte apoyo al proyecto, a pesar de que
la mayoría de su partido, el Pro, votó en contra.
En ese sentido, fue determinante su compañera de bloque Cynthia Hotton, quien denunció en el recinto haber recibido "amenazas de muerte" por su militancia en rechazo a la ley y pidió el apoyo a la institución de la "unión civil". "Cambiar el nombre de una institución para incluir a un grupo o minoría que ha sido excluida y marginada por décadas, sigue siendo discriminatorio", opinó Alonso.
La Coalición Cívica, tuvo aún más matices, que fueron desde el rotundo apoyo de la diputada Fernanda Gil Lozano hasta el voto negativo de Alicia Terada, pasando por la abstención de la líder del espacio, Elisa Carrió.
"No voy a votar en contra para quedar bien con la Iglesia, ni voy a votar favor para quedar bien con la comunidad homosexual. No quiero quedar bien con nadie, por eso pido la abstención", explicó Carrió, quien, tras dar el quórum, permaneció ausente del recinto durante varias horas.
"Si faltara sólo mi voto, yo con un enorme dolor votaría afirmativamente", señaló, tras reiterar su fe católica y reivindicar los derechos igualitarios de las personas del mismo sexo.
A Terada pertenecía otro de los dictámenes por minoría, que proponía la "unión familiar". "Se trata de una figura nueva que contempla una situación que se da mucho en el interior del país: familias en las que, aunque no haya una pareja, hay una crianza de niños, que están desprotejidos de derechos", explicó a la nación
A pesar de que propuso lo que llamó "una institución más moderna", en lo referente a la adopción por parte de parejas homosexuales, evaluó que "tiene que haber una mayor maduración de la sociedad para avanzar en ese sentido".
Paradigmático también fue el caso del
peronismo disidente, que mayoritariamente se mostró en contra de la iniciativa. Felipe Solá manifestó desde el inicio su diferencia con la opinón de su espacio. Luego de manifestar su rotundo apoyo al polémico proyecto provocó ovaciones en los palcos donde activistas de la comunidad homosexual escuchaban ansiosos. "El amor no es propiedad de los heterosexuales. Estamos haciendo justicia para los que no eligieron su sexo, pero su sexo no le gusta al resto de la sociedad", sentenció.
A metros de él, su compañero del
Peronismo Federal Mario Raúl Merlo pronunció su severo "no": ni matrimonio, ni unión civil entre personas de un mismo sexo. "No es justo tratar lo desigual como igual. Hay que reconocer lo que es una realidad natural", indicaba, mientras se escuchaban aplausos de organizaciones religiosas en los balcones más altos del recinto. De igual manera se pronunció
Ivana María Bianchi, quien criticó a los "progres que hablan de la sexualidad como placer".
El oficialismo también estuvo dividido, aunque los votos en contra del proyecto solo alcanzaron a un tercio de sus 88 bancadas. El jefe del bloque, Agustín Rossi, defendió el proyecto y evaluó que hablar de unión civil en lugar de matrimonio "es seguir estigmatizando, es hacer diferencias, es decir ustedes pueden hasta acá".
Sus palabras llegaron poco antes de la votación final. A su derecha estaba, desde la 1.30, Néstor Kirchner, que no aparecía en el recinto desde el 1° de marzo pasado. Luego de ser elegido como secretario general de la Unasur y sin pedir la palabra el ex presidente se presentó únicamente para votar a favor del matrimonio homosexual.