Muere el diseñador Pierre Cardin a los 98 años: un adiós al pionero del prêt-à-porter
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El diseñador Pierre Cardin, pionero del prêt-à-porter nacido en Italia pero instalado en París desde 1945, falleció este martes a los 98 años de edad, según anunció su familia a los medios franceses. El estilista ha muerto en el hospital de Neuilly, a las afueras de la capital francesa.
El nombre de Cardin quedó grabado en una gran cantidad de productos, desde relojes de pulsera hasta sábanas, haciendo que su marca fuera una de las más famosas del mundo. En el apogeo de la marca, en las décadas de 1970 y 1980, sus productos se vendieron en unos 100.000 puntos de venta en todo el mundo.
Nacido como Pietro Constante Cardin en San Biagio di Callalta, Italia, el 2 de julio de 1922 en el seno de una familia adinerada que se dedicaba a la comercialización de vino. Cuando contaba con tan solo 4 años, la familia del diseñador se trasladó a vivir a la ciudad francesa de St. Etienne y consiguió la nacionalidad francesa.
Pese al deseo de sus padres de que se convirtiera en un reputado arquitecto, con tan solo 8 años Cardin ya dejaba ver su virtuosismo por la confección, pues a esa corta edad ya tenía como pasatiempo favorito diseñar vestidos para la muñeca de su vecina.
Sus primeros pasos en el sector de la moda llegaron en 1936, fue allí que comenzó a trabajar en Vichy como aprendiz de sastre en la firma Manby's, el lugar donde aprendió la técnica de la confección que después ilustrara en cada una de sus colecciones.
Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, en 1945, el diseñador se trasladó a París por problemas económicos y empezó a cursar sus estudios universitarios de arquitectura. En este mismo periodo, comenzó a trabajar junto al diseñador francés Jeanne Paquin y más tarde con Elsa Schiaparelli. Dos oficios que le sirvieron para conocer a muchas de las personas mas influyentes de la sociedad parisina, así como una oportunidad para mostrar su indiscutible talento gracias a la creación de trajes de películas tan afamadas como La Bella y la Bestia (1946).
Tanto talento no pudo quedar oculto y asi fue que llegó a oídos de Christian Dior, quien quedó fascinado con los diseños de Cardin, y en 1947 le convertiría en el jefe del atelier de la icónica firma francesa. Durante sus años en Dior, el diseñador consiguió el halago de la crítica gracias a líneas como Bar, donde proponía chaquetas ajustadas y faldas largas negras que cautivaron a la sociedad del momento.
Cuando le negaron la entrada en Balenciaga, decidió fundar su propia casa en 1950.
Otro de los momentos que cabe rescatar en su trayectoria es cuando, en 1959, Cardin lanza su primera colección prêt-à-porter, ya que el diseñador confiaba en que ese nuevo modelo era el cambio que la sociedad necesitaba. Una acción que causó rechazo en el mundo de la moda, que consideraba inadecuado que un diseñador de alta costura se iniciara en este negocio. Tanto fue así, que Cardin fue expulsado de Chambre Syndicale durante un tiempo, pero pronto fue reintegrado.
A partir de la década de 1970, estableció otra nueva tendencia: "mod chic", siendo el primero en combinar piezas extremadamente cortas y largas hasta los tobillos. Confeccionó vestidos con aberturas y mangas murciélago de novedosas dimensiones, y mezcla de movimiento circular y faldas gitanas con tops estructurados.
Diseñó para todo tipo de clientela, confeccionó las prendas para los letrados por encargo del fabricante especializado Bosc. Lo novedoso de la toga de Cardin será el componente para reducir el estrés de los abogados, finos hilos de metal que serán entretejidos en la tela para desviar una de las fuentes de estrés, la electricidad estática. La toga estará confeccionada de tal manera que cualquier abogado pueda sentirse a gusto, "sea grande o pequeño, gordo o delgado", informó la casa.
Maestro e inspirador para muchos diseñadores actuales como Jean Paul Gaultier otro peso pesado de la moda que fue fichado por Cardin para trabajar en su casa.
Vida privada
Durante su primer viaje a Japón conoció a Hiroko Matsumoto, una modelo japonesa que se convertiría en su musa y amante. Más tarde se relaciona durante cuatro años con Jeanne Moreau, su compañera más célebre. Después afirmó vivir plenamente una homosexualidad «muy libre».
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