miércoles, 27 de enero de 2010
30 años de amor y el deseo intacto de casarse
Tenían las dos 37 años cuando descubrieron el amor y el placer cada una en el cuerpo de la otra.
Antes de eso ni siquiera se animaban a pronunciar la palabra “lesbiana”.
Mujeres casadas, con una relación casi familiar entre ambas parejas, Norma Castillo y Ramona “Cachita” Arévalo lograron a pesar de todo desafiar su educación católica, su secreta vergüenza, sus prejuicios.
Hoy, 30 años después, lideran el primer centro de jubiladxs LGBT y esperan que la Justicia les dé el sí para poder casarse.
Fuente: Suplemento Soy Página12
Foto: Sebastián Freire
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